Relacionado con la idea anterior.
En mi vida nunca fui muy buscada por los hombres para algún tipo de relación más allá de una amistad; quizá lo era y no me dada cuenta por mi falta de autoestima (antes).
Había quienes, tiempo después me lo decían o, quienes hacían notar su agrado únicamente físico. En fin, nunca era más de uno a la vez.
En los últimos meses, algo cósmico ha de haber cambiado, o quizá algo de mi pues, esta situación ya no es la misma. Más de un par de hombres me han invitado a salir (algo que nunca pasaba), y no es alardeo ni nada por el estilo pues, creo que por falta de costumbre, me es hasta un poco incómodo.
No sé cuales sean sus intenciones, sólo sé que ahí están y a veces me sofocan; quizá sea por mi misma falta de interés a alguna relación. En verdad, no me interesan.
Se siente extraño, no me sube el ego, pero no me es indiferente, porque de ser algo indiferente no me encontraría escribiendo sobre eso; pero el no ser indiferente no significa que sea importante. Por tanto, no me importa el número de hombres que "ande tras de mi", pero no puedo dejar el tema a un lado porque es algo, digamos, nuevo para mí y como en cualquier experiencia nueva, no se pueden pasar las cosas por alto.
En mi vida nunca fui muy buscada por los hombres para algún tipo de relación más allá de una amistad; quizá lo era y no me dada cuenta por mi falta de autoestima (antes).
Había quienes, tiempo después me lo decían o, quienes hacían notar su agrado únicamente físico. En fin, nunca era más de uno a la vez.
En los últimos meses, algo cósmico ha de haber cambiado, o quizá algo de mi pues, esta situación ya no es la misma. Más de un par de hombres me han invitado a salir (algo que nunca pasaba), y no es alardeo ni nada por el estilo pues, creo que por falta de costumbre, me es hasta un poco incómodo.
No sé cuales sean sus intenciones, sólo sé que ahí están y a veces me sofocan; quizá sea por mi misma falta de interés a alguna relación. En verdad, no me interesan.
Se siente extraño, no me sube el ego, pero no me es indiferente, porque de ser algo indiferente no me encontraría escribiendo sobre eso; pero el no ser indiferente no significa que sea importante. Por tanto, no me importa el número de hombres que "ande tras de mi", pero no puedo dejar el tema a un lado porque es algo, digamos, nuevo para mí y como en cualquier experiencia nueva, no se pueden pasar las cosas por alto.
Santa cachucha! D=
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